Diabetes infantil: “Llega un momento en que los niños se ponen rebeldes, pero con cariño, amor y apoyo de los equipos de salud, uno sale adelante”
Hoy se conmemora el día internacional de la diabetes y el Servicio de Pediatría en conjunto con otros profesionales del Hospital de Ovalle decidieron reunirse con pacientes y familiares que tienen que vivir con esta patología para compartir vivencias, pero sobre todo para dejar en claro que se puede ser felices a pesar de tener diabetes.
Maximiliano Miranda es paciente del hospital desde los 5 años desde que se le diagnosticó con esta enfermedad; actualmente tiene 12 años, partió atendiéndose con el Dr. Ramos y ahora es paciente de la Dra. Ortíz. Su madre, Lorena Castro, comenta que “hacer este tipo de actividades para nosotros los familiares de los pacientes nos hace sentir que no estamos solos en esta lucha”.
Y es que vivir con esta patología en un principio cuesta, según cuenta Loreto, “al principio es difícil, para cualquier papá es difícil que te digan que tu hijo tiene diabetes… primero se crítica a uno mismo, pero al final con el tiempo uno va aprendiendo que esta enfermedad se puede llevar bien, siempre y cuando se cumplan los cuidados”.
Maximiliano es un niño como todos los demás, de hecho, a simple vista no pareciera que vive con esta patología, ante lo cual Lorena señala que “no hay diferencia entre niños con diabetes y otros que tienen una vida normal”
Sin embargo, ella comenta que “llega un momento en que los niños se ponen rebeldes, pero con paciencia cariño, amor y apoyo de los equipos de salud, uno sale adelante”. En esa misma línea, Lorena afirma que “hay que tener mucha paciencia, confiar en los doctores, ellos están haciendo su trabajo, están siempre ayudándonos y dándonos consejos”.
Se pueden conseguir grandes cosas a pesar de vivir con diabetes
En la actividad que organizaron los profesionales del Hospital de Ovalle también estuvo presente Carla Olivares, quien desde el año 2007 es paciente de esta institución de salud.
La joven estudiante de Pedagogía en Matemáticas y Física de la Universidad de La Serena, que en la actualidad tiene 18 años, fue diagnosticada con diabetes tipo 1 y cuenta que en un principio vivió momentos difíciles en los cuales pensó en rendirse, pero con el apoyo de su familia y los equipos de salud ella ahora cumple su sueño de estudiar una carrera profesional
Carla afirma que el apoyo de los funcionarios de la salud que la atienden ha sido fundamental, “siempre he recibido súper buena atención por parte de los doctores, enfermera, paramédicos y nutricionistas que me han atendido desde que me diagnosticaron diabetes, estoy muy agradecida y por eso estoy aquí contando mi historia”.
Carla estuvo con los padres y pacientes que participaron de la actividad para darles consejos para lidiar con la diabetes infantil, sobre todo con la rebeldía de los niños al no querer seguir su tratamiento o el apoyo sicológico necesario ante esta enfermedad. Pero sobre todo hizo hincapié en derribar mitos y prejuicios, señalando con fuerza que “sí se puede tener una vida normal con diabetes”
Ella comentó que “mucha gente te deja de dar oportunidades simplemente por el hecho de sufrir alguna patología, entonces es fundamental el apoyo sobre todo de los padres”. Además, señala que muchas veces se tiende a sobreproteger a una persona y eso es limitarla, es quitarle capacidades y eso no debería pasar, porque nosotros somos competentes, no tenemos ninguna dificultad física ni mental, solamente necesitamos un pequeño apoyo y saber llevar el control de nuestra enfermedad”