En el Hospital Provincial de Ovalle, se fundó un equipo de voluntarias de distintos credos religiosos brinda apoyo espiritual a pacientes y sus familias, ofreciendo consuelo y esperanza en momentos difíciles. Su labor ha dejado una huella profunda en la comunidad y ha sido un pilar fundamental en el proceso de sanación de muchos pacientes.

El acompañamiento espiritual ha demostrado ser una herramienta valiosa en la atención médica integral, reconociendo la importancia de abordar no solo el bienestar físico, sino también el emocional y espiritual de los pacientes. El establecimiento ha reconocido la necesidad de este tipo de apoyo y ha trabajado en colaboración con diferentes instituciones religiosas y organizaciones comunitarias para establecer un programa sólido de acompañamiento espiritual.

En este sentido, Ada López Morales, voluntaria de Damas de Rojo y la primera capellana que ha tenido el Hospital comentó “somos un grupo de distintos credos que realizamos el acompañamiento a los usuarios de este establecimiento. Nuestra labor es ayudarles en el área espiritual”.

Durante el último año, las voluntarias han estado presentes en diversas áreas del hospital, desde las salas de espera hasta las unidades de cuidados intensivos. Han brindado consuelo a pacientes en situaciones críticas, han rezado junto a ellos y sus familias, han ofrecido palabras de aliento y han escuchado atentamente sus preocupaciones y temores. Además, han brindado apoyo emocional a los profesionales de la salud, quienes se enfrentan a situaciones difíciles diariamente.

Por su parte, Leopoldo Oyanader, director del Hospital Provincial de Ovalle comentó “nos enorgullece de contar con un programa de acompañamiento espiritual que ha brindado apoyo a cientos de personas en el último año”. Reconoce que la atención médica debe ir más allá de los aspectos físicos y técnicos, abarcando también el bienestar emocional y espiritual de los pacientes.